martes, 11 de enero de 2011

Distinta es la actitud frente a la vida y a las cosas cuando la revelación interna hiere como el rayo.
Siguiendo los pasos lentamente, meditando lo dicho y lo por decir aún, puedes convertir el sin-sentido en sentido. No es indiferente lo que hagas con tu vida. Tu vida, sometida a leyes, está expuesta ante posibilidades a escoger. Yo no te hablo de libertad. Te hablo de liberación, de movimiento, de proceso. No te hablo de libertad como algo quieto, sino de liberarse paso a paso como se va liberando del necesario camino recorrido el que se acerca a su ciudad. Entonces, “lo que se debe hacer” no depende de una moral lejana, incomprensible y convencional, sino de leyes: leyes de vida, de luz, de evolución.


1º El Principio de adaptación.


«Ir contra la evolución de las cosas, es ir contra uno mismo».







2º El Principio de acción y reacción.

 

«Cuando fuerzas algo hacia un fin, produces lo contrario».






3º El Principio de la acción oportuna.



«No te opongas a una gran fuerza. Retrocede hasta que aquella se debilite, entonces, avanza con resolución».

4º El principio de proporción.

 

«Las cosas están bien cuando marchan en conjunto, no aisladamente».






5º El Principio de conformidad.


«Si para tí están bien el día y la noche, el verano y el invierno, has superado las contradicciones».






6º El Principio del placer.


«Si persigues el placer te encadenas al sufrimiento. Pero, en tanto no perjudiques tu salud, goza sin inhibición cuando la oportunidad se presente».






7º. El Principio de la acción inmediata.

 

«Sí persigues un fin te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas».





8º El Principio de la acción comprendida.

 

«Harás desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su última raíz, no cuando quieras resolverlos».






9º El Principio de libertad.

 

«Cuando perjudicas a los demás, quedas encadenado. Pero, si no perjudicas a otros, puedes hacer cuanto quieras con libertad».






10º El Principio de solidaridad.

 

«Cuando trata a los demás como quieres que te traten, te liberas».








11º. El Principio de negación de los opuestos.


«No importa en qué bando te hayan puesto los acontecimientos; lo que importa es que comprendas que tú no has elegido ningún bando».






12º El principio de acumulación de las acciones.

 

«Los actos contradictorios o unitivos se acumulan en tí. Si repites tus actos de unidad interna, ya nada podrá detenerte».




Sin duda que al ejercitar todos los Principios, nos encontramos con una disciplina integral, capaz de ir transformando nuestra condición sufriente en una nueva forma de vida de creciente unidad interna y, por tanto, de creciente felicidad.

A veces, sumando actos contradictorios, se construye la vida de una persona o de un conjunto humano. También sucede que pueden aparecer muchos resultados exitosos durante un tiempo, pero antes o después se producirá la catástrofe porque la base de toda esa vida es falsa. Mucha gente ve solamente las anécdotas exitosas, pero no alcanza a comprender el proceso de esa vida y, sobre todo, su absurdo final.